LEÓN DIGUET
Nacido en París en 1859, León Diguet fue a México a la edad de treinta años como químico industrial para la mina de la compañía de Rothschild El cobre del Boleo, en Santa Rosalía Baja California Sur México. Su afán naturalista lo llevó más allá de sus responsabilidades inmediatas, y después de cuatro años regresó a Francia con una gran colección de material geológico, botánico y arqueológico. Con algunas huellas en el mundo, esta imagen es un ejemplo espectacular de una especie de cactus: el Cardón Gigantes, a unos 8 metros de altura y alrededor de 10 toneladas.
La reconocida importancia de estas colecciones, llevó al Ministerio francés de Instrucción Pública y el Museo de Historia Natural de París (después del Musée de l'Homme) para patrocinar Diguet en seis posteriores "expediciones científicas" de Baja California, Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, Puebla, Oaxaca y Michoacán entre 1893 y 1913. Cuarenta Diguet de publicaciones, entre ellas quince en Baja California y diez en la Sierra del Nayar, cubren una amplia gama de temas tan diversos como sus colecciones.
Palmera Washingtonia robusta
Palmera Washingtonia robusta (palmera de abanico mexicana) arroyo al oeste del Ejido La Ventana al su de La Paz, BCS Foto de Jeremie Bauer
En Cambio la palma datilera (Phoenix dactylífera) es originaria de Arabia. El antropólogo Homer Aschman investigó y publicó en 1957 sobre el origen de este árbol frutal en la península bajacaliforniana
Es la palmera que conocemos como dátil las investigaciones de Aschman apuntan a que la datilera llegó alrededor de 1765 a Baja California Sur. En 1800 los palmares datileros de San Ignacio produjeron 200 arrobas de fruta seca y para 1885 entre San Ignacio y Mulegé alcanzaron a producir 3,000 arrobas (una arroba equivale aproximadamente a 10 kilogramos).
La selección de los artículos de Diguet para la traducción y publicación fue realizada por los editores, Jesús Jáuregui y Jean Meyer, y la recopilación de fotografías se le atribuye a Meyer solo. Diguet artículos se reproducen fielmente con sus ilustraciones originales, ya que apareció en L'Anthropologie, Bulletin du Museo de Historia Natural, Journal de la Société des Americanistes de Paris, y Archivos Nouvelles des Científicas Misiones et Littéraires.
Jáuregui como señala en su prólogo, esta selección se limita al tema del oeste de México y excluye a los esfuerzos pioneros Diguet en Baja California. No obstante, los capítulos se abordan una diversidad de temas atractivos para una amplia gama de expertos en diversos subcampos antropológicos. Para los etnobotánicos, Diguet describe el uso del peyote, el maíz, maguey, agave y otros, así como el chicozapote oeste de México y su savia gomosa.
Para los arqueólogos, su artículo sobre las pirámides de Ixtlán del Río, Nayarit (también descrita por Lumholtz), ofrece una primera descripción, detallada y un plan de la lomita polémica circular ubicado en este sitio. Para los lingüistas, breve estudio Diguet de la lengua huichol representa un primer intento de análisis lingüístico morfológicos e históricos.
Fragmento de la obra de León Diguet: Territorio de la Baja California. Reseña geográfica y estadística (1912).
Por último, para los etnos-historiadores y etnólogos, "Chimalhuacán Y Sus poblaciones de Santiago los antes de la conquista española" y "Contribución al Estudio Etnográfico de las Razas primitivas de México.
La más célebre de estas tres salinas es la de la isla Carmen, la cual merece especial mención, porque ha sido explotada de una manera casi constante desde los comienzos de la colonización hasta nuestros días, y ha suministrado una notable cantidad de sal muy pura, que siempre ha encontrado su empleo en las minas para el tratamiento de los minerales argentíferos.
Esta salina se encuentra en el extremo meridional de la isla Carmen; y se ha formado en una cuenca de una superficie de 200 hectáreas, ocupando el fondo de una antigua bahía rodeada casi totalmente de colinas volcánicas, la cual le da el aspecto de un antiguo cráter.
El depósito de sal marina que desde hace siglos se ha ido acumulando en esta depresión crateriforme es considerable, y está mezclado con restos de roca, de arena y de arcilla.
Para obtener la sal en estado puro, basta hacer hoyos poco profundos, los cuales se llenan rápidamente de agua de mar que está saturada por la filtración a través de las tierras saladas; bajo la acción del sol el agua se evapora rápidamente y deja entonces grandes cantidades de sal perfectamente cristalizada que transportan sirviéndose de vagonetas, primero a un molino y después a un muelle.
Palmera Washingtonia robusta
Palmera Washingtonia robusta (palmera de abanico mexicana) arroyo al oeste del Ejido La Ventana al su de La Paz, BCS Foto de Jeremie Bauer
En Cambio la palma datilera (Phoenix dactylífera) es originaria de Arabia. El antropólogo Homer Aschman investigó y publicó en 1957 sobre el origen de este árbol frutal en la península bajacaliforniana
Es la palmera que conocemos como dátil las investigaciones de Aschman apuntan a que la datilera llegó alrededor de 1765 a Baja California Sur. En 1800 los palmares datileros de San Ignacio produjeron 200 arrobas de fruta seca y para 1885 entre San Ignacio y Mulegé alcanzaron a producir 3,000 arrobas (una arroba equivale aproximadamente a 10 kilogramos).
La selección de los artículos de Diguet para la traducción y publicación fue realizada por los editores, Jesús Jáuregui y Jean Meyer, y la recopilación de fotografías se le atribuye a Meyer solo. Diguet artículos se reproducen fielmente con sus ilustraciones originales, ya que apareció en L'Anthropologie, Bulletin du Museo de Historia Natural, Journal de la Société des Americanistes de Paris, y Archivos Nouvelles des Científicas Misiones et Littéraires.
Jáuregui como señala en su prólogo, esta selección se limita al tema del oeste de México y excluye a los esfuerzos pioneros Diguet en Baja California. No obstante, los capítulos se abordan una diversidad de temas atractivos para una amplia gama de expertos en diversos subcampos antropológicos. Para los etnobotánicos, Diguet describe el uso del peyote, el maíz, maguey, agave y otros, así como el chicozapote oeste de México y su savia gomosa.
Para los arqueólogos, su artículo sobre las pirámides de Ixtlán del Río, Nayarit (también descrita por Lumholtz), ofrece una primera descripción, detallada y un plan de la lomita polémica circular ubicado en este sitio. Para los lingüistas, breve estudio Diguet de la lengua huichol representa un primer intento de análisis lingüístico morfológicos e históricos.
Año de 1922 CACTÁCEAS
LEÓN DIGUET EN SU VIAJE DE EXPLORACIÓN BOTÁNICA
CERCA DE LA PAZ, baja California Sur, México La Sierra de Nayarit y SUS indígenas" dar cuentas detalladas de la Sierra del Nayar pueblos del diecinueveavo - y comienzos del siglo XX, la perspectiva. Como señala Jáuregui, el primero es una reconstrucción etnohistórica de la región de la Sierra del Nayar con el concepto de la Confederación Chimalhuacán como una "cultura regional"
Un cactus de tubo de órgano muy grande en Baja California Sur, 1895. Foto de Léon Diguet
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Por último, para los etnos-historiadores y etnólogos, "Chimalhuacán Y Sus poblaciones de Santiago los antes de la conquista española" y "Contribución al Estudio Etnográfico de las Razas primitivas de México.
La más célebre de estas tres salinas es la de la isla Carmen, la cual merece especial mención, porque ha sido explotada de una manera casi constante desde los comienzos de la colonización hasta nuestros días, y ha suministrado una notable cantidad de sal muy pura, que siempre ha encontrado su empleo en las minas para el tratamiento de los minerales argentíferos.
Esta salina se encuentra en el extremo meridional de la isla Carmen; y se ha formado en una cuenca de una superficie de 200 hectáreas, ocupando el fondo de una antigua bahía rodeada casi totalmente de colinas volcánicas, la cual le da el aspecto de un antiguo cráter.
El depósito de sal marina que desde hace siglos se ha ido acumulando en esta depresión crateriforme es considerable, y está mezclado con restos de roca, de arena y de arcilla.
Para obtener la sal en estado puro, basta hacer hoyos poco profundos, los cuales se llenan rápidamente de agua de mar que está saturada por la filtración a través de las tierras saladas; bajo la acción del sol el agua se evapora rápidamente y deja entonces grandes cantidades de sal perfectamente cristalizada que transportan sirviéndose de vagonetas, primero a un molino y después a un muelle.
En agosto de 1892 León Diguet tomó una fotografía de María Ignacia Melina de Loreto que se decía que era de 85 años de edad y uno de los últimos cuatro Guaycuras que seguían viviendo entonces. Su padre había sido un medio Guaycura, y su madre Guaycura de pura sangre.
María Ignacia Melina de Loreto
El área donde se superponen sus fronteras tribales (en la zona de La Paz) fue objeto de controversia perenne entre los dos grupos. Los Guaycuras fueron los únicos vecinos directos de la Pericúes. Las relaciones no parecen haber sido amistosas.
El Guaycura tuvo contacto con los españoles, tal vez el tiempo se remontan hasta el 1530 y durante los siguientes 200 años en tiempos esporádicos, pero cada vez con mayor contacto con el exterior, con los comerciantes y los misioneros jesuitas.
Solo los misiones tuvieron bastante éxito en atraer a los Guaycuras. Pero en 1734 hubo una rebelión fracasada contra los misioneros iniciada por los PericuÉs, en la que también participaron algunos Guaycuras, se rompieron los lazos nuevamente.
El número de Guaycuras disminuyó a lo largo del siglo 18 y su cultura y su idioma era prácticamente extinguido en 1800. El contacto intensivo con el mundo exterior nos ha dado más información que la que tenemos en del pueblo Pericué.
APERTURA DE PERLAS 1912
La fauna de Baja California
Extraído de: "Territorio de la Baja California". Reseña geográfica y estadística (1912) de León Diguet.
Fauna y la flora de la Baja California se resienten de la aridez y de las condiciones de existencia bastante precaria con que se tropieza gran parte del año en toda la extensión de la península. Así es que en este país desolado por largas sequías, el número de especies animales y vegetales que se pueden encontrar en tiempo ordinario, es muy reducido.
Por lo que hace a los mamíferos, los carniceros están representados por el Puma (felis concolor); el Gato montés (felis rufa); el Coyote (canis latrans); elZorro (canis virgianus); el Zorrillo (mephitis interrupta); el Babisuri (bassaris astututs); el Tejón (taxidea americana).
Los herbívoros comprenden tres especies: el Venado (cariacus mexicanus); el Borrego silvestre (ovis montana); el Berrendo (antilocarpa americana); de estas dos últimas especies la primera es peculiar de los parajes escarpados de los picos volcánicos; la segunda de las vastas llanuras de la vertiente del Pacífico.
Los roedores comprenden: la Ardilla (spermoplulus gramurus); el Juancito (spermophilus Harrisi); la Tuza (tomomys bulbivorus); la Comadreja (perognatus penicillatus); la Rata de las islas (neotoma fuscipes); un Musgaño (hesperomys californicus); el Conejo (lepus trombaiger); la Liebre común (lepus californicus) y otra especie de liebre de pelaje negro propia de la isla del Espíritu Santo (lepus insularis).
Los queirópteros están representados por cinco especies: (Ischnoglossa nivalis); (Vespertilio nitidus); (Macrotus Watherousi); (Anthozous pallidus) y el (Miotis vivesi) peculiar de las costas de ciertas islas.
Un solo insectívoro representado por una musaraña se encuentra en la parte meridional de la península, donde se le designa con el nombre de Topo ciego, es el Noliosorex Grawfordi.
Como focas se conocen: el Otari (Otaria californica) que se encontraba antaño en casi todas las islas del golfo de California, pero que ahora es raro a causa de las cazas destructoras de que ha sido objeto; el Elefante del mar (Macrorhynus angustirostris); este último es peculiar de las aguas del Océano Pacífico.
Lo que serían las oficinas de Capitanía de Puerto,
recién desembarcada en el puerto de Santa Rosalía en 1894.
Explorando 1905
Avenida Constitución año de 1919
SANTA ROSALIA BAJA CALIFORNIA SUR
En 1868 se descubren en la región de Santa Rosalía yacimientos de cobre, en el año de 1872 se instala en Santa Rosalía la compañía Eiseman y Valle con la intención de explotar los yacimientos.
En 1885 se instala la compañía francesa El Boleo S.A. amparada en una concesión que le otorgó el presidente Porfirio Díaz por 50 años para explotar los yacimientos cupríferos. Con el establecimiento de la compañía minera francesa nace propiamente Santa Rosalía.
En 1954 la compañía francesa El Boleo, S.A., cierra operaciones en el poblado al considerar agotados los yacimientos, lo que provoca un éxodo de habitantes. En 1957 el gobierno mexicano reinicia la explotación minera que concluye en 1972 al haberse agotado los yacimientos de cobre.
Santa Rosalía año de 1918
Durante el tiempo que la compañía francesa El Boleo, S.A. explotó los yacimientos de cobre, construyó casas, iglesias y escuelas en el estilo francés de la época, tanto para las familias de sus funcionarios y técnicos, como para las familias de sus obreros..
La iglesia del lugar, Santa Bárbara, fue presuntamente diseñada en el año de 1884 por el ingeniero francés Gustavo Eiffel, (el mismo que construyó la torre Eiffel), y construida el año de 1887, fue mostrada en la Exposición Universal de París en 1889 como muestra de un templo prefabricado.
En 1895 fue adquirida por la compañía francesa El Boleo, S.A. y enviada a Santa Rosalía a bordo de un barco velero. Es una iglesia desarmable de hierro que ganó un premio en la mencionada exposición. Aún está en servicio el templo católico y es orgullo de Santa Rosalía.
Las oficinas del centro de gobierno fueron construidas en 1897 en un estilo colonial francés, tomando como base los planos del ingeniero Gustavo Eiffel. Las construcciones que fueron las oficinas de la compañía El Boleo S.A. fueron diseñados siguiendo las arquitectura colonial francesa de aquella época, al igual que el hotel Francés, fueron construidos en madera.
Bahía de Santa Rosalía año de 1919
Donde mejor se puede apreciar la vieja arquitectura colonial francesa es en el barrio llamado Mesa Francia, allí vivieron los técnicos mineros franceses y los funcionarios de la empresa, en la llamada Mesa México, que es donde se desarrolló propiamente Santa Rosalía, aún se pueden apreciar algunos edificios de tipo francés.